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Supera la urgencia de rascarte

Rascarte puede generarte aún más estrés en relación a tu psoriasis

Rompe el ciclo comezón – rascado

Si el picor relacionado con tu psoriasis está causando que te rasques, seguramente ya sabes que, si bien puede tener alivio temporal, rascarse a menudo puede inflamar la piel aún más, haciendo que cualquier lesión sea más dolorosa, se hagan heridas e incluso se agriete.

Rascarte puede generarte aún más estrés en relación a tu psoriasis, que a su vez puede hacer que las molestias empeoren. Pero ayudarte depende de ti mismo: el ciclo de comezón – rascado es un fenómeno reconocido entre las personas que viven con psoriasis y hay una serie de pasos que puedes seguir para romperlo.

Encuentra comportamientos sustitutos

Trata de ser más consciente de que te estás rascando y lo que desencadena el ciclo de comezón – rascado en ti. Lleva un diario y registra los tiempos y las situaciones en las que tienes más probabilidades de rascarte. De esta forma, podrás observar si se trata de comezón genuino en la piel o si es sólo hábito.

Independientemente de tus razones para romper el hábito comezón - rascado, aprender una serie de técnicas de distracción puede ayudarte a evitarlo.

Toma nota de lo que desencadena la comezón, por ejemplo, estar al teléfono, ver la televisión, etc… y encuentra comportamientos sustitutos para detener la comezón. Quizás garabatear, dibujar, escribir o enviar un mensaje de texto a un amigo puede ayudar. 

Rompe el ciclo comezón-rascado provocado por la psoriasis

Haz lo que funcione para ti

Los dermatólogos enseñan a las personas con psoriasis una técnica que ellos llaman ‘hábito de revertir’. Empieza usando un diario para registrar la frecuencia con que se rasca. De hecho, puede ser que llegues a sorprender por los resultados ya que suele ser más de lo que piensa.

De esta forma, la próxima vez que sientas ganas de rascarte, espera durante 10 segundos. Puede ser que necesites un poco de práctica, pero finalmente lo lograrás y conseguirás aliviar a tu piel.

Finalmente, reemplaza el rascado por un nuevo comportamiento, por ejemplo, apretar el puño durante 30 segundos puesto que el deseo de rascarse por lo general suele pasarse en este tiempo. Seguir esta técnica te ayuda a romper el ciclo de rascado habitual.

Por último, si el impulso de rascarte sigue ahí, presiona hacia abajo con el dedo la zona afectada.

Practica esta técnica todos los días y, con el tiempo, puedes notar que ya no sientes la necesidad de rascarse tan a menudo. En combinación con el uso de cremas emolientes y otros tratamientos, esto debería ayudarte a reducir la comezón. De esta forma, si consigues romper el ciclo de comezón, no estás tan tentado a rascarte y empeorar las cosas.

MAT-36018 Julio 2020

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